Mitos y Verdades de la Ley 25.542 de Defensa de la Actividad Librera

En estos días de enero, donde la vida cotidiana parece teñida solo por los cambios que tanto el DNU como la Ley Bases proponen en las relaciones entre argentinos, los que trabajamos en la industria editorial nos enteramos con sorpresa y estupor que, además de modificarse muchas cosas (desde los contratos de alquiler hasta las relaciones laborales), el proyecto de ley del ejecutivo pedía derogar la Ley 25.542 de Defensa de la Actividad Librera, logro colectivo del sector que la CAL impulsó para que fuera sancionada.

Si bien en el mercado del libro hay diversas agrupaciones, cada una con su especificidad: de editores, de libreros, de autores, etc., hay también una cohesión que puso de manifiesto que ningún actor de los mencionados está de acuerdo con la derogación de la ley. Desde cámaras empresarias, diversos colectivos culturales hasta cadenas de librerías mostraron el rechazo a la derogación que propone el Gobierno.

Una voz, sin embargo, una única voz, defiende la derogación de la ley. Esa voz se ha visto amplificada por la lógica de las dos campanas, cuando acá no hay dos de tamaños iguales. Esa voz se basa en una serie de mitos: el precio de los libros va a bajar, las librerías más pequeñas van a tener ventajas competitivas, se va a incrementar la bibliodiversidad, las librerías se van a especializar. Veamos, entonces, por qué esos son mitos que no tienen asidero en el mundo real.

 

Mito 1: Las librerías se van a especializar y van a ofrecer mejor servicio, en vez de competir por precio.

Para esto hay dos respuestas que se complementan. Por un lado, en los grandes centros urbanos (AMBA, Córdoba, Rosario) ya existe una especialización, no es algo nuevo en absoluto: librerías de ciencias sociales, de literatura, de libros infantiles, etc. Por otro lado, en las localidades de menos habitantes, fuera de los centros urbanos, es muy complejo para las librerías especializarse. Muchas veces son la única librería de la ciudad o de la zona. Además, la cantidad de población no hace sustentable un negocio especializado. Si no trabajan todo el espectro de publicaciones, lo más habitual es que no subsistan como tales.

 

Mito 2: Se va a incrementar la bibliodiversidad.

No se puede ver de qué manera se va a incrementar la bibliodiversidad, que es, en definitiva, la mayor oferta de libros de la mayor cantidad de temas y autores. Ahora bien, la bibliodiversidad es una propiedad de mercados que pueden segmentarse e innovar en base a una estabilidad. Es decir, aportar más a las características de valor cultural del objeto libro mucho más a que las materiales. Para ese crecimiento se necesita que las empresas productoras y el canal de venta no estén compitiendo por precio, sino por mejorar el valor cultural del libro. En ese aspecto, la derogación de la Ley de Defensa de la Actividad Librera, solo va a generar libros más iguales entre sí, apuestas a aquello que es seguro.

 

Mito 3: Las librerías más pequeñas van a tener ventajas competitivas.

Esta afirmación se base en que las librerías pequeñas tienen menos costos que las que, por ejemplo, están en shoppings. Parece algo razonable, pero que no se sostiene en la práctica. Por un lado, porque las que tienen mayor afluencia de público, reciben, por lo general mejores condiciones comerciales. Por otro lado, en una política de puja por baja de precios, son los más grandes quienes van a poder negociar mejor por descuentos adicionales a los editores y/o distribuidores.

Además, el escenario de hoy, es el de las ventas por plataformas, como MercadoLibre, que presionan a los vendedores a hacer descuentos y a bajar los precios de los productos. Es decir, ni las librerías grandes ni las pequeñas están preparadas para absorber con rentabilidad una política de venta casi por subasta como es la propuesta de las plataformas a las que poco le importa el vendedor.

Algún detractor de la ley puede decir que, entonces, las librerías deberán reconvertirse en meros vendedores on-line. Esa afirmación sería desconocer el valor cultural que tienen las librerías y el de referencia de encuentro con la cultura en cada comunidad, valores que están reconocidos por la Unesco.

 

Mito 4: El precio de los libros va a bajar.

Este último mito es el más grande. El precio de costo de los libros está determinado por el papel, que hoy se lleva el 55% del costo de producción. Con aumentos por encima de la inflación, el costo del papel se fue apropiando de la rentabilidad del sector editorial. En un sentido estricto, los precios de los libros ya bajaron, dado que los editores no han trasladado a precio todos los aumentos en estos años y han cedido rentabilidad. Si no baja el precio del papel, mal pueden bajar los precios de los libros.

Por otro lado, en un contexto de constante puja de precios, en el que los vendedores ofrecen descuentos a los compradores finales, lo lógico es que pidan compartir ese descuento con los editores. Con la rentabilidad ya menguada, lo que va a suceder es que los precios van a subir primero para ofrecer descuentos después. Es decir, el descuento adicional va a estar en la estructura de costos y lo va a pagar el comprador final.

Por último, el efecto que suponemos que va a ocurrir si se deroga la ley es que se van a cerrar librerías pequeñas. Así sucedió con la derogación de una ley similar en el Reino Unido, y es la consecuencia lógica de la pauperización vía puja de precios. Al reducirse el mercado, hay menos escala de producción. Los costos no industriales del libro (edición, traducción, etc.) se diluyen en la cantidad. A menos escala, la consecuencia, otra vez, es que el precio va a subir.

La idea era enumerar mitos y verdades acerca de la ley de Defensa de la Actividad Librera. Algunas verdades, que son más breves, porque lleva más trabajo rebatir mitos que decir la verdad:

  1. Desde que se sancionó la ley en 2001, se triplicó la cantidad de novedades (es decir, libros únicos) que se publicaron en el país.
  2. Se duplicó la cantidad de editores que publican esos libros.
  3. Tenemos una red de 1500 librerías, la mayor cantidad de librerías por habitante de la región.
  4. Han surgido una cantidad inmensa de autores en distintos segmentos: literatura, infantil, ensayos, literatura de género, estudios académicos, etc.
  5. El precio uniforme da estabilidad al mercado; permite una manera correcta para el cálculo de regalías; ayuda a combatir la piratería, ya que el precio referenciado distingue a los libros oficiales de los piratas, que suelen venderse a menor valor.
  6. Es una ley en la que todo el mercado está de acuerdo, no importa si se trata de editores, libreros, distribuidores o si son grandes, chicos, medianos o de capital nacional o extranjero. Todos entendemos a la ley como beneficiosa para el sector editorial.

Por último, en estos días de enero, los que trabajamos en la industria editorial hemos hablado de la derogación de la ley en medios, hemos trajinado despachos de legisladores que han escuchado nuestros argumentos. Confiamos, entonces, en que tanto los diputados de UxP, FIT-U, UCR y Hacemos Coalición Federal que entendieron nuestra problemática se opongan en la votación a la derogación de la Ley 25.542 de Defensa de la Actividad Librera.

Participación en el Plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados

Participación en el Plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados

El 17 de enero, en el marco de las exposiciones en Diputados por la Ley Ómnibus, Juan M. Pampín, presidente de la Cámara Argentina del Libro, expuso las observaciones de la institución frente al Plenario de Comisiones y enfocó su intervención en la propuesta de derogación de la Ley PVP Nro 25.542 de Defensa de la Actividad Librera, incluida en el artículo Nro. 60 del referido Proyecto de Ley.

Ver el video con la presentación completa aquí.

En su discurso, el presidente de la CAL, destacó que la Ley de Defensa de la Actividad Librera es un acuerdo del sector que ofrece un marco para todos los actores de la cadena y es una norma fundamental para la cultura, la educación y para el desarrollo y el mantenimiento de la industria nacional del libro. Insistió, sobre la importancia de respetar esta ley y cuáles serían las consecuencias que afectarían al ecosistema del libro de su derogación. La misma, dispone que los editores definen el precio de los libros que publican y que sea respetada por todos los vendedores -ya sean librerías pequeñas, medianas o grandes- dentro del territorio nacional. Esto genera una situación de igualdad con grandes superficies, supermercados y plataformas online. 

Si se deroga la Ley 25.542, quienes cuentan con mayor capacidad económica podrán ofrecer diversos descuentos, que serán insostenibles para las medianas y pequeñas librerías, que tenderán a desaparecer, limitando el acceso federal al libro y generando un impacto negativo en la educación y la cultura del país. 

Pampín, resaltó que, desde su sanción en 2001, la Ley PVP, logró triplicar la cantidad de novedades publicadas anualmente por el sector editorial, pasando de 12.000 novedades en 2001 a 34.000 novedades en 2023 y a su vez, duplicando la cantidad de editoriales pymes. Esto trajo como resultado la aparición de más autores, creadores, producción, diversidad en géneros y temáticas literarias, traduciéndose en aumento de empleo y desarrollo comercial con la apertura de más librerías en todo el país. Por todo esto, es fundamental la continuidad de la normativa. 

COMUNICADO DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR DEL LIBRO EN DEFENSA DE LA LEY 25.542

Las instituciones que conformamos la cadena de valor del libro nos manifestamos en conjunto para expresar nuestra firme oposición a la derogación de la Ley de Defensa de la Actividad Librera Nro. 25.542.

 

LEER ES UN DERECHO

 

QUÉ ES LA LEY DE DEFENSA DE LA ACTIVIDAD LIBRERA NRO. 25.542

Es una ley que dispone que los editores deben definir el precio de los libros que publican y que ese precio debe respetarse por todos los vendedores -ya sean librerías pequeñas, medianas, cadenas y grandes superficies.

Se trata además de una iniciativa que acordó y acompañó al sector del libro en su conjunto, hasta su promulgación en 2001.

El espíritu de esta ley entiende que el libro no es solo una mercancía, sino un bien cultural a través del cual se propagan las ideas, y el conocimiento, se genera cultura e identidad, por lo que resulta indispensable para el desarrollo social e individual de un país. En este sentido, el precio fijo favorece el fortalecimiento de una industria editorial nacional sustentable y diversa.

 

IMPORTANCIA DE CONTAR CON UN PRECIO FIJO PARA LOS LIBROS.- PARA EL SECTOR LIBRERO- DISTRIBUIDOR

El establecimiento de un único precio para cada libro que se publique en nuestro país ubica a todas las librerías en situación de igualdad permitiendo la coexistencia y competencia en múltiples puntos de venta. La pluralidad y diversidad de librerías es fundamental para garantizar el acceso al libro y a la lectura en todo el territorio nacional. Caso contrario, son las grandes cadenas, plataformas y grandes superficies los que acaparan el mercado de venta del libro, eliminando a la competencia, concentrando el mercado, determinando qué se lee y por consiguiente, qué se publica.

Se introducen, así, tres principios: primero, la función de que las librerías deben desempeñar para garantizar que un bien cultural como el libro pueda llegar a quienes lo demanden; segundo, el rol que la librería debe asumir en la defensa de la singularidad de la cultura y de la industria que la promueve, y, tercero, el papel que las librerías mipyme y pyme tiene como motor económico local.

 

IMPORTANCIA DE CONTAR CON UN PRECIO FIJO PARA LOS LIBROS

La ley contribuye a mantener la cultura del libro y la lectura. Al no competir principalmente en términos de precio, los editores y autores se centran en contenidos, incentivando la producción de libros de mayor valor y calidad y las editoriales pequeñas y medianas apuestan de este modo a la innovación en contenidos, y a la pluralidad de voces en la edición, lo que conlleva a una mayor participación de colaboradores en el proceso editorial en su conjunto. Esta medida también contribuye a la producción editorial local, la preservación del patrimonio literario y a la promoción de la lectura. Prueba de esto son las más de 500 editoriales pymes que producen material de calidad en Argentina y las más de 1500 librerías a lo largo y ancho del país.

Esta diversidad en la producción es modelo en América Latina, así como la red de librerías mipymes y pymes, es uno de nuestros patrimonios culturales. Por otro lado, la industria editorial y de manera absolutamente autogestiva organiza hace más de 45 años la Feria internacional del libro de Buenos Aires, la feria con mayor cantidad de público en el mundo y así cómo un sin número de ferias locales, provinciales y temáticas.

 

DEROGANDO EN CONTRA DEL MUNDO

Son muchos los países del mundo que cuentan con leyes que establecen el precio fijo en la venta de libros, como Alemania, Francia, España, Dinamarca, Austria, Grecia, Italia, Holanda, Portugal, Japón y Corea del Sur, entre otros. Estos países cuentan con industrias editoriales fuertes y desarrolladas, con una gran población lectora y velan por la preservación y desarrollo de las librerías pequeñas y medianas. Así mismo podemos decir que la “Ley de pvp” es actualmente modelo para otros países de nuestra región que están trabajando arduamente para conseguir un logro semejante, (México, Chile o Colombia). Podemos además añadir que en países como Inglaterra, luego que se derogó el acuerdo de precio fijo, desaparecieron un tercio de las librerías independientes.

 

BAJA DEL PRECIO TEMPORAL Y CONSECUENCIAS A MEDIANO PLAZO

Si bien es posible que el precio de algunos libros baje temporalmente, tiempo después el precio subirá pero sin techo. Debemos tener en cuenta también que hay sobrados ejemplos de que el libro tiene demanda inelástica, por lo que no necesariamente cuando baja el precio sube la demanda.

Esto se debe a que, al liberar el precio, aquellos vendedores que cuentan con mayor capacidad de compra -cadenas, supermercados, distribuidoras- pueden reducir el precio de venta asfixiando a los pequeños competidores, reduciendo sus ventas o el margen de ganancia, lo que concluye indefectiblemente en la nula o escasa rentabilidad para la pequeña o mediana librería y favorece un esquema de concentración.

A contramano del proyecto de ley no estaríamos favoreciendo la competencia sino la concentración.

 

LA DEROGACIÓN NOS AFECTA A TODOS

Afecta a la sociedad en su conjunto porque a mediano plazo, la concentración de ventas en las grandes superficies o en las importantes plataformas conllevaría el cierre de las pequeñas librerías, lo que causa un perjuicio para las editoriales al tiempo que perjudica al público lector.

La bibliodiversidad se verá reducida al haber menos variedad de títulos publicados. Se exhibirán y promocionarán los libros más vendidos, los que a su vez tendrán mayores descuentos ocasionando que el libro que tenga un recorrido comercial distinto de un bestseller no tenga la misma presencia, reduciéndose su visibilidad y por consiguiente su posibilidad de venta. La falta de venta conduce a la no reedición, reimpresión o disminución de la cantidad de ejemplares que se imprimen de un libro.

En este escenario, las editoriales pymes se verán impedidas de invertir y apostar por nuevos autores, por escritores y escritoras noveles quienes no cuentan con la posibilidad de ser publicados por grandes grupos editoriales. De esta forma excelentes obras y artistas perderán la posibilidad de que su trabajo sea conocido por el público, generando que la industria editorial argentina como tal se vea reducida a una mera expresión comercial.

Así mismo dice la UNESCO sobre la lectura:

“Los libros y el acto de leer constituyen los pilares de la educación y la difusión del conocimiento, la democratización de la cultura y la superación individual y colectiva de los seres humanos. En esta perspectiva señala la UNESCO, los libros y la lectura son y seguirán siendo con fundamentada razón, instrumentos indispensables para conservar y transmitir el tesoro cultural de la humanidad, pues al contribuir de tantas maneras al desarrollo, se convierten en agentes activos del progreso. En esta visión, la UNESCO reconoce que saber leer y escribir constituye una capacidad necesaria en sí misma, y es la base de otras aptitudes vitales…”

 

FIRMAN: CAL, Cámara Argentina del Libro; CAPLA, Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines; CALICHA, Cámara Argentina de Librerías del Chaco; CALI, Cámara Argentina de Librerías Independientes; CALIPACER, Cámara de Librerías, Papelerías y Afines del Centro de la República; Cámara de Librerías, Papelerías y Afines de La Plata; CALEDIN, Cámara de Libreros y Editores Independientes; Cámara de Libreros del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires; FEL, Fundación El Libro; UEEA, Unión de Escritoras y Escritores de Argentina; SADE, Sociedad Argentina de Escritores, Cámara de Libreros del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires.

El Ministerio de Educación confirmó la distribución de más de 3,6 millones de libros

El Ministerio de Educación confirmó la distribución de más de 3,6 millones de libros

El Ministro de Educación de la Nación Jaime Perczyk, acompañado por la Secretaria de Educación Silvina Gvirtz, el Subsecretario de Educación Social y Cultural Alejandro Garay, autoridades de la Cámara Argentina del Libro y representantes de distintas editoriales socias, recorrieron las instalaciones de logística donde se encuentran los 3.669.995 ejemplares de libros de literatura, que, bajo el Programa “Libros Para Aprender”, se destinarán a 1.393.674 niños y niñas de todo el país.

La iniciativa destinada a cada niña y niño de salas de 3, 4 y 5 años, incluirá dos obras literarias y además, cada institución tendrá una colección completa para la biblioteca. Dicha inversión estatal es de $10.529.214.544,07 y beneficiará a 19.331 escuelas.

Los libros se distribuirán en instituciones de gestión estatal, privada de cuota cero u oferta única, comunitaria y en institutos de formación docente, instituciones de nivel inicial de la modalidad especial, hospitalarias y contextos de encierro, y las instituciones de nivel primario que comparten nivel inicial con salas multinivel.

Apoyo al Proyecto de Ley de Financiamiento Educativo

Apoyo al Proyecto de Ley de Financiamiento Educativo

La Cámara Argentina del Libro manifestó su apoyo a través de solicitadas públicas y de notas enviadas a la Comisión de Educación, de Presupuesto y Hacienda de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. 

El Proyecto de Ley de Financiamiento Educativo consiguió esta semana dictamen de mayoría en las Comisiones de Educación, de Presupuesto y Hacienda quedando en condiciones para su tratamiento en la próxima sesión de la Cámara de Diputados de la Nación. Este proyecto de ley, tiene como objetivo aumentar la inversión en el sistema público educativo durante un plazo de siete años, de un 6% a un 8% del PBI. El incremento en el presupuesto garantizará el acceso a una educación de calidad para todos los niños, niñas, adolescentes y ciudadanos de nuestro país de forma justa e igualitaria. Un mejor presupuesto, por ende, permitirá promover la innovación educativa, la investigación en ese ámbito, así como mejorar la infraestructura existente.

Entre sus propuestas, se destaca la entrega de libros en modalidad uno a uno, para que todos los alumnos que asisten a escuelas públicas en los niveles iniciales, primarios y secundarios, reciban al menos un libro al año. La presencia de libros escolares y obras literarias de calidad en cada hogar contribuye con el cumplimiento del derecho a la educación y favorece la inclusión.

Desde la CAL entendemos que una educación inclusiva y de calidad es la única manera de avanzar como país. Tenemos la certeza de que una educación de calidad no puede lograrse sin libros, principal sostén y medio inigualable de alfabetización y educación. 

Por todo esto, es imprescindible que el Estado provea los medios para igualar el acceso a los libros y que estas políticas sean amparadas por medio de instrumentos legales, para que se transformen en políticas de Estado y se sostengan en el tiempo.

 

Iniciaron los preparativos de la Semana del Libro Argentino en México

Iniciaron los preparativos de la Semana del Libro Argentino en México

El 3 de octubre se realizó la capacitación previa a la Semana del Libro Argentino en México, que se llevará a cabo en el mes de noviembre.

Las autoridades de la Cámara Argentina del Libro junto a las de la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Exterior de la Ciudad de Buenos Aires (InvestBA) y de la Embajada de México organizaron una capacitación con el objetivo de brindar mayor información para la participación, visibilización y ventas, en el evento de la “Semana del Libro Argentino en México”.

En el marco de la actividad, Héctor Orestes Aguilar, Secretario Agregado Cultural en la Embajada de México en Argentina, realizó una presentación del sector editorial mexicano, destacando las estrategias más adecuadas para el ingreso a dicho mercado.

Participarán de esta iniciativa, 21 editoriales socias. Celebramos estas acciones que permiten que nuestro sector pueda difundir y distribuir de modo internacional, libros de producción argentina.

2° Congreso Nacional de Libreras/os y Editoras/es

2° Congreso Nacional de Libreras/os y Editoras/es

Por segundo año consecutivo, el evento organizado por la Cámara Argentina del Libro, se realizó del 31 de agosto al 3 de septiembre de 2023 en la provincia de La Rioja, con una amplia participación de profesionales del sector de producción, venta y distribución de libros.  

Participaron alrededor de 200 referentes de 11 provincias, entre ellos 28 expositores, conformando un espacio de formación y reflexión con 10 mesas de debates sobre la situación actual del sector y las nuevas tendencias en el mundo del libro. Acompañaron este espacio las autoridades nacionales y provinciales. 

Algunas de las temáticas más destacadas en los debates fueron los procesos de producción y estrategias de acuerdo de editoriales-pymes; demandas y ventas, Metadatos e inteligencia artificial, plataforma delibros.ar; buenas prácticas y políticas públicas en el sector, entre otras.

Consideramos relevante estos espacios formación y debate, en los que participan distintos actores y referentes del sector del libro, en el intercambio y fortalecimiento de vínculos, que, a su vez, generaron acciones en conjunto para enfrentar los desafíos actuales de la industria del libro.

Asamblea General 2023

Asamblea General 2023

 

La Cámara Argentina del Libro realizó el jueves 28 de septiembre su Asamblea General Ordinaria.

En la Asamblea se aprobó la Memoria, Balance, Cuenta de Gastos y Recursos e Informe de la Comisión Revisora de Cuentas del ejercicio finalizado el 30 de junio de 2023. Asimismo, se celebraron las elecciones para la renovación del Consejo Directivo, correspondiente al periodo 2023-2025, conformándose de la siguiente manera: 

 

 

Presidente:
Juan Manuel Pampín (Ediciones Corregidor)

Vicepresidentes: 1° Ezequiel Bajder (Editorial Vestales) 2° Gabriela Pérez (Ediciones Riderchail).

Vocales Activos titulares: 
Alejo Ávila Huidobro (Ed. Del Naranjo), Graciela Rosenberg (Lugar Editorial), María Teresa Carbano (Ed. Imaginador), Silvina Fernández (Grupal Libros), Constanza Brunet (Ed. Marea), Diego Rey (Hotel de Ideas), Andrés Telesca  (Ed. SB),  Lorena Banfi (Ed. Didot), Gabriel Waldhuter (Waldhuter Libros), Ramiro Villalba (AZ Ediciones), José Néstor Pérez (Ed. Homo Sapiens), Nora Galia (Ed. Letras del Sur), Joaquin Ramos (Ed. Akal), Ivana Tosti (Universidad del Litoral), Alejandro Bezares (Ed. Luminias).

Vocales Activos suplentes:
Gastón Larcade (Melos Ed. Musicales), Verónica Riera (Ed. Biblos), Diego Medina (Ed. Letra Impresa), Nicolás Manzi (Universidad de Rosario).

Vocales Plenos titulares:
Carla Campos (Nativa Libros), Pablo Kaplun (Ed. El Emporio), Ecequiel Leder Kremer (Librería Hernández), Sergio Albero (Joyce, Proust & Co).

Vocales Plenos suplentes: 
Mauro Medvetkin (Ed. Tercer Hombre) Revisores de Cuenta titulares: Leandro Donozo (Gourmet Musical Ed.), Héctor Dinsmann (Libros de la Araucaria) Revisora de Cuenta suplente: Adriana Rodríguez (Ed. Almaluz).

Consejeros honorarios:
Ana María Cabanellas, Hugo Levin, Daniel Divinsky, Isaac Rubinzal.

Al cierre, Martín Gremmelspacher (Editorial Bonum) quien finalizó su gestión, se despidió agradeciendo a todos los miembros de la Cámara Argentina del Libro por el gran trabajo que se llevó a cabo en los últimos años y felicitó y expresó sus deseos a las y los nuevos miembros del Consejo Directivo. Hizo hincapié en la importancia de sostener en alto la identidad, la tradición y representación que tiene la Cámara como “institución del libro”.

El nuevo Presidente electo, Juan Manuel Pampín (Ediciones Corregidor), quien fue anteriormente parte del Consejo Directivo como Vicepresidente, agradeció su continuidad como miembro y que a pesar de que “se vienen tiempos difíciles” en el país, invitó a todas-os los integrantes de la Cámara a continuar trabajando juntos y defendiendo la actividad de la institución.

El festejo de los 85 años de la Cámara Argentina del Libro

El festejo de los 85 años de la Cámara Argentina del Libro

En el Día Nacional del Libro Argentino, la Cámara Argentina del Libro, celebró una cena para conmemorar su aniversario número 85. El evento reunió a autoridades del sector de la cultura, asociaciones afines y más de 200 socios editores, libreros y distribuidores, entre los cuales se encontraban socios fundadores y familias editoriales con una larga trayectoria en la industria.

La cena fue un momento para reflexionar sobre los logros y desafíos de la cámara a lo largo de los años. Desde su fundación, la institución se ha destacado como un referente en el área y durante su trayectoria ha desempeñado un papel crucial en la defensa de los intereses del sector del libro. También fue una oportunidad para reconocer y honrar a aquellas personas que dirigieron la institución y que han sido fundamentales para su crecimiento y prestigio.

Por último, se entregaron premios y reconocimientos a los socios con mayor permanencia en la institución, colaboradores claves y estratégicos, cuyo compromiso y dedicación han sido fundamentales para el trabajo continuo.

La fiesta aniversario de la Cámara Argentina del Libro fue un evento distendido, lleno de emoción, gratitud y anticipación por los próximos años. La institución se enorgullece de su trayectoria y agradece a todos los que han contribuido a su éxito y crecimiento a lo largo del tiempo.

Esperamos poder compartir más eventos y construir nuevos proyectos en conjunto.

Comercialización del papel en Argentina

Comercialización del papel en Argentina

Comercialización del papel en Argentina: historia de un abuso (de posición dominante)

En estos días, un grupo de editoriales que publican libros infantiles distribuyó un texto con el reclamo sobre el costo del papel ilustración, reclamo que como cámara apoyamos y hacemos nuestro.

Pese a la contundencia y la publicidad de dicho reclamo, los importadores de papel ilustración -insumo principal para la producción de libros infantiles- no se manifestaron públicamente, tampoco lo han hecho funcionarios gubernamentales ligados al sector. Los que sí hablaron fueron directivos de Ledesma y Celulosa Argentina, en una nota periodística en donde desgranan apreciaciones parciales sobre el costo del papel, el abastecimiento y la incidencia de ese costo en la producción de libros.

Por otro lado, Jorge Martínez Falino, director comercial de Celulosa Argentina, tuvo palabras descalificadoras con nuestra cámara: «La CAL siempre busca hacer lío», lo que pretende deslegitimizar cualquier reclamo de los editores PyMes. Además, confunde el Precio de Venta al Público (PVP) con el costo y comparan al papel con un pocillo de café en un bar: «Si los que critican dejan de tomar un café en la esquina, pueden comprar un kilo de papel y hacer dos libros».

Frente a esto, intentamos dar precisiones y alentar al debate sobre la producción de libros en la Argentina y sobre la rentabilidad que hace viable la permanencia de editoriales PyMes, lo que, a su vez, garantiza el acceso a la bibliodiversidad.

1. Papel ilustración: concentración y abuso.

  • Es el papel que se usa mayoritariamente en los libros infantiles que se imprimen a color; también es el papel de las tapas de todos los libros en general.
  • En este momento, el mercado cuenta con muy pocos importadores de papel ilustración (Stenfar, Papeles Europeos y Castinver del Grupo Ledesma, Casa Hutton de Celulosa Argentina).
  • Este oligopolio fija precios altísimos en función de los valores internacionales y los costos de importación. Internacionalmente, la tonelada de papel ilustración se paga en torno a los USD 1500, estas empresas nos lo venden a USD 6000, a quienes pueden acceder a comprarlo directamente y quienes requieren un intermediario más, pagan alrededor de USD 7000.
  • Esto último limita la salida de novedades y la reimpresión de libros, lo que hace que los catálogos de las empresas editoriales PyMes se vean reducidos y, con menor oferta, que la rentabilidad de las empresas sea afectada en forma directa.
  • Por otro lado, los esfuerzos colectivos como sociedad de sostener la importación no pueden ser hechos para que solo unos poquísimos jugadores se beneficien.
  • Además, las celebradas compras estatales de libros, que tan importantes son como políticas de estado para el acceso a la lectura de los jóvenes lectores, está resultando para muchas editoriales infantiles, por la espiralización de los precios, en la terrible paradoja de vender y no obtener ganancia.

2. Papel interior: más abusos de posición dominante.

  • Es el papel en el que se imprimen los libros cuyo interior se imprime en blanco y negro (ficción, no-ficción, poesía, etc.).
  • Hay dos fabricantes, que son los que declararon en la citada nota periodística: Ledesma y Celulosa Argentina.
  • El papel de interior aumentó un 35% en el 2020, es decir, acompañó a la inflación; un 121% en 2021, es decir, la duplicó con creces; y un 155% en 2022, es decir, la superó en un 50%. Para lo que va de 2023, tienen un aumento acumulado de 63%, lo que duplica la inflación general del país. Entonces, es falso que las papeleras «acompañen a la inflación» o que «en 2020 hayan quedado atrasados».
  • Por otro lado, desde fines de 2021 comenzó el desabastecimiento de papel; esto se agravó en 2022. Además, los momentos de desabastecimiento (antes de la Feria del Libro, por ejemplo) coinciden con los momentos en que la industria necesita producir y vienen acompañados de aumentos que el editor tiene que convalidar a riesgo de no tener producción para vender.

3. PVP/costos (que crecen)/rentabilidad (que se achica).

  • Los libros tienen, por ley, un precio fijo y uniforme para todo el territorio del país. De este Precio de Venta al Público (PVP) se detraen los montos brutos percibidos por la cadena comercial y los autores, entre otros; a propósito de esto, publicamos un gráfico (costo PVP).
  • Por esto explicado más arriba, es imposible tomar el PVP como referencia para entender cómo incide el precio del papel, como caprichosamente deciden hacerlo los referentes de las papeleras entrevistados.
  • En el costo material del libro, sobre el que también publicamos un gráfico (costo industrial) está compuesto por papel (54%; esto combina al de interior y al de tapa), impresión (20%), encuadernación (15%), diseño (6%), y edición (5%). Históricamente, el costo del papel giraba en torno al 30%, lo que ha hecho en estos años es casi duplicarse en detrimento de los demás actores de la cadena productiva del libro.
  • Incluso en el equívoco de tomar al PVP como referencia, Ignacio Duelo de Ledesma dice que la incidencia del papel «creció un poquito», pero indica un salto del 75%.
  • También es absurda la comparación de «kilos de papel» con «cafés en la esquina». Por muchos aspectos, pero en especial, cada libro que se produce es único, es decir, implica un trabajo singular del autor, un proceso de edición particular, una corrección, un diseño, etc. Por eso, es inviable en producir «uno o dos ejemplares».
  • Cabe aclarar sobre el costo, que no tomamos en cuenta a los autores porque no son un costo de producción, sino que la forma habitual de remuneración no es sobre una base fija, sino variable, atada a las ventas y al PVP.
  • Por último, lo que notamos desde el 2018 a esta parte es que la rentabilidad del sector editorial se ha visto afectada por los aumentos indiscriminados de la materia prima, lo que implicó una enorme transferencia de recursos de todos los actores de la cadena hacia las papeleras. Una rentabilidad menor de los que intervienen en el proceso del libro hace que la oferta disminuya, que la bibliodiversidad se vea afectada y que el acervo cultural de un país se vea comprometido.

 

Tal vez, sea el momento de debatir con seriedad estos aspectos, sin la liviandad de apreciaciones simplistas. Incluso, si hace falta, puede hacerse café mediante.

Cámara Argentina del Libro